Formateo físico:
Este tipo de formateo, también llamado Formateo de bajo nivel es el que define el tamaño de los sectores, así como su ubicación en los discos. En los discos duros este tipo de formateo no suele ser necesario hacerlo por parte del usuario, ya que los discos duros vienen ya con el formateo físico hecho de fabrica.
Es un tipo de formateo es muy lento, pudiendo llegar a tardarse en el varias horas (dependiendo, claro está, del tamaño del disco).
Hay que aclarar que una vez realizado un formateo físico es totalmente imposible recuperar nada de lo que hubiera en el disco anteriormente.
Formateo lógico:
Aquí hay que hacer una diferenciación:
Cuando hemos formateado el disco, la información de este formateo se guarda en los sectores de inicio del disco. En estos mismos sectores, que se conocen en su conjunto como sectores de arranque, cuando grabamos algo en el disco, se guarda también la información de los clúster que ocupan estos archivos.
Pues bien, hay un tipo de formateo, llamado formateo rápido que en realidad lo único que hace es eliminar esta información. Esta operación, mal llamada formateo no es tal, puesto que no hace una revisión del disco, tan solo se limita a eliminar la información del contenido de los clúster.
Un formateo tiene varias funciones:
- Reescribir la tabla de particiones, que es donde se guarda la información sobre los clúster que forman esta.
- Examina los sectores que componen el clúster en busca de errores. Si encuentra algún error, marca el clúster como no utilizable, evitando que se pueda escribir en el, con la posible pérdida de datos que esto supondría.
- Determina el tamaño del clúster (cantidad de sectores que lo componen).
- Este es un dato muy importante, que depende del sistema operativo que utilicemos y del tipo de partición empleada, ya que como hemos visto, un archivo se aloja en uno o varios clúster, dependiendo de su tamaño, pero cada clúster pertenece a un solo archivo, por lo que el espacio sobrante se desperdicia.
FAT32:
En 1.996, junto con la salida al mercado del Windows 95 OSR2, se introduce el sistema de archivos FAT32, para solucionar en buena parte las deficiencias que presentaba FAT16.
Entre estas se encuentra la de superar el límite de 2Gb en las particiones, si bien se mantiene el tamaño máximo de archivo, que es de 4Gb.
Para solucionar este problema, FAT32 utiliza un direccionamiento de clúster de 32bits, lo que en teoría podría permitir manejar particiones cercanas a los 2 Tib (Terabytes), pero en la práctica Microsoft limitó estas en un primer momento a unos 124Gb, fijando posteriormente el tamaño máximo de una partición en FAT32 en 32Gb. Esto se debe más que nada a una serie de limitaciones del Scandisk de Microsoft, ya que FAT32 puede manejar particiones mayores creadas con programas de otros fabricantes.
El tamaño del clúster utilizado sigue siendo de 32Kb.
El paso de FAT16 a FAT32 se tenia que realizar en un principio formateando el disco, situación que se mantuvo hasta la salida de Windows 98, que incorporaba una herramienta para pasar de FAT16 a FAT32 sin necesidad de formatear el disco.
Estos dos formatos, a pesar de sus inconvenientes, tienen una gran ventaja, y es que son accesibles por una gran cantidad de SO, entre los que destacan Unix, Linux, Mac OS...
Esta compatibilidad es mayor en FAT16 que en FAT32.
Vease tambien:
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